13 septiembre 2008

LA MALICIOSA - 2227


Para esta ocasion,ibamos Ana,yo y otras muchas personas cercanas a Ana de una u otra manera.
Nos reunimos en noche de luna llena,para disfrutar de la montaña de una forma distinta a como solemos hacer habitualmente.

Tras las inevitables presentaciones,comenzamos a subir por la pista que lleva a la Bola del Mundo,tiempo este que aprovechamos para entablar conversaciones e ir conociendo algo de algunos de los presentes.

De entre todos,con quien mas hablo es con una chica llamada Pilar,de hecho creo que "quizas" nos pasamos, pues practicamente no nos separamos ni en la subida,ni en la bajada y no paramos de hablar y comentar cosas de los mas variado.

Personalmente,estoy muy aconstumbrado a la noche en el campo,pues han sido muchos los años que he estado a pie de telescopio durante toda o parte de la noche.
Pero aun asi,nunca dejare de maravillarme ante lo infinitamente fascinante,bonita y misteriosa que es la noche en el campo o montaña.

Muchas personas que viven en ciudades,mueren sin conecer la "verdadera" oscuridad de la noche,otros sin ver un cielo cuajado de millones de estrellas,situados en cielos lejanos a las ciudades o urbanizaciones.
Cosas estas,normales para nuestros ancestros pero de tan dificil recuperacion para algunos de los que se llaman "hombres de hoy".

En una noche de invierno,a mitad de la noche uno no ve su propia mano extendida,pero las noches en verano son menos oscuras y ademas teniamos luna llena (plenilunio) y eso es como llevar una farola acuestas por la enorme luz que desprende,mucha gente no lo cree pero en la noche con luna llena, se pude leer perfectamente y sin dificultadad un libro.

Pilar y yo,aunque llevamos frontales y linternas,no hacemos en ningun momento uso de ellas y nos vamos horientando unicamente por la luz que nos da la luna llena,lo preferimos asi ya que es mucho mas bonito,entretenido y ameno.

Al encumbrar,nos hicimos acreedores de una de las vistas mas bonitas de Madrid ,que cualquier persona pueda presumir de haber visto.
Debajo de nosotros,se veia todo Madrid iluminado por millones de luces.
La vision,era semejante a cuando viajando por la noche en avion ves las ciudades de cerca (en el despegue o aterrizaje) con la ventaja de no mirar en esta ocasion por un ojo de buey.
La parte negativa,estaba en el frio.Hacia frio y esto junto a un aire bastante desagradable que soplaba,nos hacia tiratar de frio.
Nos juntamos entre todos sentados,para intentar entrar en calor,yo me apretujo a Ana como nunca con la esperanza de robarla algo de su calor corporal y ni con esas.
finalmente,empezamos a quedarnos todos totalmente helados y decidimos comenzar a bajar.

Pilar y yo,sin pretenderlo marcamos un ritmo fuerte y sin darnos cuenta nos adelantamos de todo el grupo.Tras deliberar durante un rato si esperamos al resto o seguimos por nuestra cuenta, decidimos continuar ya que esperar a encontrar al otro grupo en la noche podria no ser facil,por lo tanto seguimos descendiendo con la decision de reencontrarnos con todos en el parking.
Llegamos al parking,con mucha antelacion con el resto y alli esperamos la llegada de Ana y de otros mas.

Recapitulando,es una ascension muy facil,al alcance de cualquiera que tenga un minimo de condiciones fisicas e ideal para iniciar a niños pequeños en el montañismo y el amor por la naturaleza.